Suplementos nutricionales para mejorar la salud física y psicosocial de niños en edades de tres meses a cinco años en desventaja desde el punto de vista socio-económico
Citation: Kristjansson E., Francis D.K., Liberato S., et al. Food supplementation for improving the physical and psychosocial health of socio-economically disadvantaged children aged three months to five years. Cochrane Database of Systematic Reviews 2015;Issue 3:Art. No.: CD009924
Nuestra revisión ha encontrado que las intervenciones de alimentación infantil están bajo rendimiento. Aunque proporcionamos pruebas de que las intervenciones de alimentación pueden funcionar, nuestros resultados indican que la buena implementación es clave. Esto lleva a varias sugerencias para el desarrollo, implementación y monitoreo de programas.
La desnutrición puede ser una causa de mortalidad infantil y puede conducir a mayores riesgos de infección, desarrollo deficiente del niño y rendimiento escolar, así como a enfermedades crónicas en la vida posterior. La efectividad de las intervenciones nutricionales para los niños pequeños es un área importante de estudio, a fin de intentar tratar la desnutrición. Esta revisión tiene por objeto evaluar la efectividad de los programas suplementarios de alimentos para mejorar la salud de los niños desfavorecidos, así como identificar los factores que pueden contribuir a dicha efectividad. En esta revisión se incluyeron 32 ensayos, incluidos el control aleatorio y antes y después de los ensayos controlados. Los resultados mostraron que proporcionar alimentos adicionales a los niños de tres meses a cinco años llevó a pequeñas ganancias en peso y estatura, y a aumentos moderados en la hemoglobina. También se observaron efectos positivos sobre el desarrollo psicomotor cuando se implementaron intervenciones alimenticias adicionales. Se observó evidencia mixta sobre el efecto de dicha intervención en el desarrollo mental. En los países de ingresos altos, dos estudios no encontraron beneficios para el crecimiento. Los alimentos distribuidos en centros de atención o alimentación mostraron a los niños recibir 85% de la energía del suplemento, en comparación con sólo el 36% cuando fueron entregados en casa. Los alimentos suplementarios eran más efectivos para los niños más pequeños (menores de dos años de edad) y los que eran más pobres o estaban menos bien nutridos. Los resultados para el sexo fueron mixtos. Los programas de alimentación que estaban bien supervisados o proporcionaban una mayor proporción del alimento diario requerido para la energía eran generalmente más eficaces.